Si queremos describir algo muy poco probable nunca hablaremos «del gran riesgo de que te caiga un rayo».
Porque de hecho las posibilidades de que realmente te caiga un rayo son mínimas.
Pero sus consecuencias si esto ocurre son catastróficas si la persona no recibe rápidamente la ayuda correcta.
Expertos han llegado a la conclusión de que las probabilidades de que te caiga un rayo son de 1 por cada 3.000.000 casos.
La pareja Juliet Moore e Isaiah Cormier decidieron salir y tomarse unos días de tranquilidad e acampar fuera de Colorado. Acababan de regresar a su tienda de campaña cuando se dieron cuenta de que había empezado a llover. Desconociendo lo que pronto iba a ocurrir, decidieron recoger todas sus pertenencias y meterlas en la carpa para que no se mojaran.
Juliet se había metido en ese preciso instante en la tienda de campaña/carpa para protegerse de la lluvia y de repente vio un gran rayo de luz afuera. Aterrorizada llamó a su novio para ver si todo estaba bien, pero él no le respondió.
Sacó la cabeza por la apertura de la carpa/ tienda de campaña – y para su desgracia vio a Isaiah tirado en el suelo con la cabeza girada hacia el suelo. Salió de inmediato y le dio la vuelta. Buscó el pulso y su respiración pero no lo encontró.
Dejó de respirar de nuevo
Juliet, que unas semanas antes había aprendido las maniobras para la reanimación cardiopulmonar básica, comenzó a presionar el pecho de Isaiah. Y de repente y por unos segundo el novio tomó aire, pero dejo de respirar de nuevo. Los pensamientos de Juliet se agolpaban:
«No puedes desaparecer. Hay mil cosas que todavía tenemos que hacer juntos. No me puedes dejar tan pronto».
Intentó reanimarlo de nuevo e de repente Isaiah se despertó. Esta vez tuvo suerte porque tenía señal y consiguió contactar por teléfono a urgencias para pedir ayuda. Además un hombre en una caravana llegó con su hijo y le ayudaron a trasladar a Isaiah de inmediato al hospital.
«Nunca nos podíamos haber imaginado que algo así pudiera suceder. Pero estoy muy contento de que mi novia estuviera allí y que supiera practicar la reanimación cardiopulmonar», dice Isaiah.
Isaiah fue asistido por un médico en el hospital que dijo que el muchacho había tenido suerte porque el rayo había entrado por un lado del cuello y había salido por el pie derecho – y por lo tanto no había tocado ningún órgano vital. Pero al mismo tiempo:
«El nunca hubiera sobrevivido si su novia no le hubiera reanimado como lo hizo».
Tras esta terrible experiencia, la pareja tiene una nueva perspectiva de la vida en general y de su vida en común.
«Deja tiempo libre y disfruta de los que quieres, abrázalos un poco más» dice Juliet.
A veces necesitamos que nos recuerden lo que es importante en la vida. ¡Comparte las inteligentes palabras de Juliet!
