Pocas cosas hay mejores en la vida, para un padre o una madre, que llegar a casa y que tu hijo te reciba con los brazos abiertos. Yo aún recuerdo con emoción cuando volví de mi primer día de trabajo, después de mi baja de maternidad. Mi hijo vino gateando hacia mí con una sonrisa enorme. Ese abrazo, después de tantas horas trabajando fuera, me supo a gloria.
Así que puedo entender perfectamente lo que debió de sentir este padre cuando al llegar a su casa tuvo que rechazar el abrazo de su hijo que corrió a recibirlo a la puerta. Él es médico y no quiere que sus hijos lo toque por miedo a los contagios por el coronavirus.
El hombre no puedo contener las lágrimas, y yo casi tampoco. No digo más, una imagen vale más que mil palabras, miren la escena:
Según informa Telecinco, se trata de un médico de Arabia Saudí, pero para mí como si fuese el médico de mi pueblo. Este dolor infinito no tienen fronteras, y las lágrimas de un padre tampoco.
Por favor, protejámonos todos y protejamos a nuestros sanitarios quedándonos en casa y evitando el contacto con otras personas. Cuando este termine habrá tiempo de abrazarse, y los abrazos será más fuertes que nunca. Compartan este importante mensaje.
