Es difícil decir cosas negativas sobre el hecho de estar afuera en la naturaleza. Pero si tengo que decir algo entonces son las avispas. Inmediatamente que uno está cómodo en el jardín uno escucha el sonidito de las avispas y ellas se van acercando y al final están volando alrededor de la cabeza. Y si uno tiene algo dulce en la mesa las avispas se sienten aún más cómodas, y si uno trata de espantarlas se ponen agresivas.
Pero hay un truco facilísimo que muchos no conocen. Si haces esto seguramente las avispas te van a dejar en paz.
Las avispas son rápidas, se molestan fácilmente y duele mucho cuando lo pican a uno. Pero cuando se trata de engañarlas seguramente les vas a ganar.
Las avispas cuidan su su territorio fuertemente. Por eso defienden sus avisperos sea lo que sea, y respetan los territorios de las otras avispas para que no se matan entre ellas mismas.
Así engañas las avispas
El truco se trata de tratar de engañar a las avispas de que hay otro avispero cerca a ti, porque entonces van querer ir allí. Todo lo que necesitas es una bolsa de compost o una bolsa café de papel. Llénala con algo que la «agranda», pero que no pese demasiado, por ejemplo algodón o papel. Luego la debes colgar en sitios donde vas a estar y donde pudieran haber avisperos, por ejemplo en el porche.
En este vídeo verás un ejemplo exitosos de cómo se pudieron espantar las avispas.
Esto realmente es muy inteligente. Yo lo probé cuando estábamos afuera comiendo un helado en el jardín y no noté ni una sola avispa. Comparte para que los demás reciban la información.