Jordan Talley estaba feliz después de haber tenido a su pequeña niña Lucy.
Pero después de algunas semanas Jordan se dio cuenta de que no subía de peso normalmente.
Después de un mes miró más cerca en la boca y se dio cuenta del gran error del médico….
Todo con el embarazo salió como planeado hasta el final cuando Jordan fue diagnosticada con diabetes. Cuando su presión arterial llegó a un nivel muy peligroso nació su hija Lucy. Una familia feliz recibió a la pequeñita que pesó 2,9 kilos. A pesar de que los niveles de azúcar de Jordan bajaban y subían mucho al final del embarazo los médicos le aseguraron de que no había ningún peligro.
Para asegurarse Jordan pidió cita donde un experto en amamantar antes de irse del hospital.
Cuando se fueron del hospital Lucy pesaba 2, 7 kilos – así que había perdido 200 gramos. Pero como es normal que los recién nacidos bajen de peso los primeros días no pensó mucho más en eso. Después de unos días la familia por fin se pudo relajar. Todos estaban en la casa y estaban bien. Jordan amamantaba todas las noches y Lucy dormía bastante bien.
Después de una semanas se fueron al hospital para un control de rutina. Entonces se dieron cuenta de que Lucy había perdido otros 100 gramos. Pero los médicos aseguraron a Jordan que no pasaba nada, Lucy estaba bien y sana.
– Me fui a la casa, le di pecho y pecho. Me dolía mucho cada vez. Se sentía como si mis senos eran botellas vacías. Era como si la obligara a chupar aire, cuenta la mamá, según Faith Tap.
Pero Lucy lograba de tomar un poco de leche y subió un poco de peso, pero igual seguía pesando menos de cuando nació. Jordan sentía que algo no estaba bien. Se preocupaba de que Lucy tuviera anquiloglosia (frenillo lingual) y que por eso no subía de peso normalmente.
En el próximo control de rutina los médicos pudieron constatar que Lucy no había subido de peso lo suficientemente mucho. Si eso no cambiaba en un mes tenían que actuar, dijeron los médicos.
Jordan dejó el hospital llorando, porque ella sabía que algo estaba mal. Dos semanas después había pedido aún más de peso y además sus ojos estaban muy cansados. Jordan entró en pánico y se fue al hospital otra vez más.
Y fue entonces que por fin le dieron noticias que la calmaron. Los médicos constataron que Lucy no obtenía la suficiente cantidad e calorías de la leche materna. Así que ahora tenían que complementar la leche materna con leche de fórmula.
Jordan se dirigió a Fecbook para pedirle ayuda a otras madres. Fue entonces que una mamá observo un detalle en una foto que Jordan había publicado con Lucy. Lucy tenía una mano en un puño y esto supuestamente podía indicar que no quería para nada que le dieran leche materna.
Después de haber ido donde otro especialista de amamantar por fin supo lo que siempre había sospechado – Lucy sufría de anquiloglosia y necesitaban operarla.
La operación salió bien y Lucy por fin pudo empezar a comer bien. La mamá se dio cuenta de la gran diferencia solo después de unas horas.
Esta situación tiene que haber sido muy complicada y difícil para toda la familia. El hecho de no saber por qué su hijo no sube de peso es algo muy duro. Pero que alegría que todos están bien ahora. ¡Te invitamos a compartir esto con tus amigos!
