Hacer deporte de manera regular y comer sano es muy importante para mantener el cuerpo en forma, pero si alguien cae en una espiral negativa puede ser difícil cambiar los malos hábitos. Se requiere decisión, autoestima y motivación – lo que normalmente es más fácil decir que hacer.
Pero a veces llega la gota que colma el vaso. Por ejemplo cuando alguien se mira al espejo y de repente no se reconoce, o un segundo de vergüenza que te afecta tanto que ya no hay más camino que cortar con todo y darlo todo para cambiar la situación de tu vida.
Y justo en esa situación se encontraba Jacqueline Adad de 29 años – y de esta manera consiguió volver a empezar.
Jacqueline Adad había luchado contra la obesidad toda su vida. Pero fue al empezar la universidad fue cuando el problema con el peso tomó dimensiones desproporcionadas.
Refrescos, patatas fritas, pizzas formaban parte de la comida diaria de Jacqueline, y al mismo tiempo que se dejaba zambullir en toda esta comida basura, su peso aumentaba dramáticamente.
Hasta que Jacqueline llegó a pesar 231 kilo. Todas las cosas que le gustaban – ropa, maquillaje, ponerse guapa, le daban vergüenza. Y eso la llevó a encerrarse cada vez más en sí misma.
Un día Jacqueline fue al Disneylandia con su novio, y cuando estaba esperando en la cola para montar en la atracciones. de repente ocurrió lo que no debía pasar.
Jacqueline se quedó atrapada en una de las barreras.
Ella comenzó a reírse con su novio, hasta que poco a poco pudo soltarse. Pero por dentro Jacqueline se sentía terriblemente mal, y se encerró en el cuarto de baño donde no dejó de llorar, llorar y llorar.
Jacqueline nunca se había sentido tan humillada. Pero era tan solo el punto de partida, ese momento lo iba a cambiar todo.
Y decidió apuntarse a un programa para perder peso. Comenzó a entrenar en casa, y cambió su estilo de vida – pero también fue muy cuidadosa tomándose las cosas poco a poco.
– Si me centraba en perder el gran objetivo, es decir perder 100 kilos, iba a ser demasiado. Pensaba que era imposible, pensaba que no lo iba a poder conseguir. Entonces me dije: «Voy a perder 2 kilos. Luego me fije perder 5 kilos, luego 20 y así sucesivamente», cuenta Jacqueline.
Con estos pequeños pasos Jacqueline consiguió mantener la motivación y la paciencia durante todo el proceso. Y gracias a su enorme tenacidad, consiguió lo que parecía imposible.
Jacqueline perdió 158 kilos – más de la mitad de su peso. ¡Y el resultado fue increíble!
Jacqueline visitó el programa Today, mostrando su nuevo Yo y lo hizo pasando por la misma barrera en la que quedó atrapada aquel terrible día en Disneylandia. ¡Qué cambio!
¡Además de que Jacqueline consiguió controlar su propio peso, al perder bastante se sintió mucho mejor, volvió su autoestima y justo fuera de la barrera del parque de Disneylandia se prometió con su novio!
En el siguiente vídeo (en inglés) puedes ver mucho más sobre todo el viaje de Jacqueline y su increíble cambio. Puedes además escuchar a John Di Benedetto – un hombre que hizo el mismo ejemplar viaje que Jacqueline.
Hacer un viaje tan largo y difícil como este, requiere mucho de uno mismo. Estoy realmente impresionada por la fuerza de voluntad de Jacqueline. ¡Y me alegra mucho que se encuentra mucho mejor consigo misma - esto es lo más importante! COMPARTE si piensas que más personas deberían hacer este fantástico viaje.
