Se dice que el amor verdadero es más fuerte que todo, tal vez es por eso que uno jura defenderte y ser leal «hasta que la muerte nos separe» cuando uno se casa. No todos cumplen su promesa, pero Michael Banks sí lo hizo. Su historia ha conmovido a miles de personas.
«Tengo un gran agujero en mi corazón, y temo que nunca se llene», dice el esposo, según la página Love What Matters, que compartió su fuerte historia.
La primera vez que Michael Banks vio a Laurin fue en una página de internet de citas. Las imágenes mostraban a una mujer sonriente sin pelo en la cabeza, ya que acababa de someterse a un tratamiento contra el cáncer del que se había curado.
Michael le dice a Love What Matters que primero pasó las imágenes de Laurin, pero cuando ella seguía apareciendo en su página, no pudo evitar sentirse fascinado por la mujer que vio.
“Me impresionó su coraje, que ella se atrevió a exponerse de esa manera. Después de un tiempo decidí enviarle un mensaje», dice Michael.
Ese mensaje sería el comienzo de algo grande. Laurin y Michael se encariñaron después de muchas conversaciones largas. Todo se sintió natural, cuenta Michael, y muy pronto supo que quería estar con Laurin por el resto de sus vida.
Le pidió matrimonio en un viaje
Los siguientes años Micael y Lauren vivieron mucho juntos. Viajaron y conocieron el mundo, y durante un viaje a las Cataratas del Niágara Michael decidió pedirle matrimonio.
La respuesta de Laurin fue un fuerte «sí», pero poco después de que se comprometieron, el cáncer regresó. Esta vez no se iba poder tratar.
Le dio a la esposa moribunda la boda de sus sueños
Desde el día de que Laurin recibió su sentencia de muerte, Michael sabía que era cuestión de tiempo antes de que ella pudiera desaparecer de su alcance. Él entendió de que no tenían tiempo que perder, así que adelantaron la boda para que Laurin lo viviera antes de que su llama se apagara.
La ceremonia y la gran fiesta fue todo lo que Laurin se había soñado toda su vida, y todo quedó inmortalizado en imágenes que ahora conmueven a a miles de personas.
Pocos meses después de la boda, Laurin falleció en los brazos de su esposo.
Así escribe Michael:
“Sabíamos que nuestro tiempo era corto, pero creíamos que nos quedaban meses, no horas. Laurin no podía sentirse cómoda en ningún lado. Pasé la noche ayudando todo lo que pude; seguimos dándole morfina cada 15 minutos, lo que ni siquiera parecía ayudar. Finalmente, la levanté y la llevé a nuestra cama. En cuestión de minutos había fallecido», dice Michael.
Cuando recuerda su tiempo con Laurin, se siente agradecido, cuenta Michael.
“Tengo un gran agujero en mi corazón y me temo que nunca se llenará. Pero tengo tantos recuerdos maravillosos de nuestro tiempo juntos. Hasta que nos veamos de nuevo, mi amor», terminó concluyó.