Carta de una abuela a sus nietos en tiempos del coronavirus

El amor de abuela es algo tan especial que solo cuando se vive se puede comprender. Es lo más maravilloso de la vida. Pensar en los nietos al despertar, te hace poner una sonrisa a la mañana. Pensar en que vas a ver a tus nietos, es la ilusión que ilumina el día. Porque los nietos son eso, luz.

Ahora a las abuelas nos han robado la luz.

Esta carta expresa el sentir de tantas abuelas en tiempos del coronavirus:

Cuando celebramos la pasada Navidad, no podíamos imaginarnos que iba a ser la última reunión familiar en mucho tiempo. Demasiado tiempo.

Semanas después, un maldito virus se fue acercando, China, Italia, España, Estados Unidos, América Latina… Avanza seguro y destructivo, separándonos de lo que más queremos, nuestra familia.

Saber que no voy a poder verte, mis adorado nieto, o que si nos vemos no podremos ni tocarnos, me produce un dolor indescriptible.

Nunca me gustaron mucho las nuevas tecnologías ni las video llamadas. Ahora las adoro. Gracias al teléfono al menos puedo ver tu carita, oír tu voz.

Ayer me mostraste unos dibujos que estabas haciendo. Me dijiste: «Mira, abuela, he hecho estos dibujos para cuando vaya a vuestra casa». Yo tuve que cortar la llamada porque un nudo en la garganta no me dejaba ni hablar. ¿Cómo explicarte que ni siquiera sé cuándo vamos a poder vernos? Después escribí a tu padre un mensaje con todas las palabras malsonantes que conozco para maldecir a este diabólico virus.

Ahora, cuando me levanto por la mañana, lo único que me pone una sonrisa en la cara es la esperanza de que esta pesadilla termine ya. Que encuentren una vacuna y podamos vencer a este virus. Un virus que afecta a los pulmones, la sangre… pero sobre todo al corazón. Y no hay mayor enfermedad que la de un corazón triste.

Comparte mi carta si también compartes mi deseo. Y recuerda que no estás sola, abuela, madre, amiga. Somos muchas y nuestro amor vencerá en esta batalla.