Los siameses lo han tenido siempre difícil en la vida.
La posibilidades de sobrevivir son bajas, alrededor de un 50% nacen muertos y de los que nacen vivos, un 25% acaba muriendo debido a diversas complicaciones. Lo que significa que solo un 25% consigue sobrevivir.
A lo largo de la historia, los que han conseguido sobrevivir, han tenido que pasar toda sus vidas pegados, y sufriendo constantes problemas de salud.
Pero gracias a los avances modernos de la medicina y la cirugía, hoy en día los gemelos siameses, si no comparten órganos vitales, pueden ser separados y pueden llegar a tener vidas normales.
Esta es la conmovedora historia de las siamesas Anna Grace y Hope Elizabeth Richard.
Anna Grace y Hope nacieron el 29 de diciembre de 2016, por cesárea.
Pesaron, juntas, 4,4 kilos. Tras muchas pruebas, los médicos dijeron que sería posible separarlas.
Pero existían grandes riesgos.
Las niñas habían nacido pegadas por el pecho y el estómago. Un grueso vaso sanguíneo ataba los corazones de las niñas.
Cada niña tenía su propio hígado, pero los dos órganos estaban ubicados en el mismo lugar.
Como seguramente se imaginarán, la operación no era nada sencilla. Así que sorprende que tardasen un año en preparar la operación. Los médicos se reunieron muchas veces para discutir y desarrollar la estrategia, para prevenir posibles complicaciones durante la operación.
El 13 de enero de 2018 llegó el esperado momento: Más de 75 especialistas, de 8 departamentos diferentes, estuvieron involucrados en la operación que iba a determinar el destino de Anna y Hope.
Tras siete horas de espera y angustia, llegó el momento: cuando los padres llegaron al hospital, las niñas estaban tumbadas en dos camas diferentes, separadas por fin, ¡y estaban bien!
”El éxito de esta operación increíblemente compleja fue el resultado del arduo trabajo. Durante un años, todos los involucrados lo hicieron lo mejor que pudieron y se mostraron muy comprometidos. Estamos muy contentos de que todos saliese bien», cuenta el jefe de enfermeros, Larry Hollier.
La operación fue la primera de este tipo realizada en ese hospital de Texas (Estados Unidos) en los últimos 20 años. escribe Houston Chronicle.
La madre de las dos pequeñas, Jill Richards, casi no podía creerlo.
”Este día nos ha hecho sufrir durante casi dos años. Es un sentimiento difícil de definir el ver a las dos niñas en camas separadas. Casi no podemos expresar el sentimiento de agradecimiento a todo el personal del hospital por hacerlo posible», dice la madre de las niñas, Jill Richards.
Gracias al maravilloso trabajo de todo el personal del hospital, Anna y Hope van a poder llevar una vida completamente normal. ¿No es fantástico? ¡Un me gusta y un compartido para desearles lo mejor en el futuro!