Cuando tenía siete meses, Lola ya había sido abandonada dos veces.
Su primer propietario fue un adolescente que la entregó a un refugio y su segundo propietario hizo exactamente lo mismo.
Pero cuando la amante de los perros Cristina Antonucci vio una imagen del rostro blanco y negro de Lola y sus tristes ojos, supo que tenía que ver a este cachorro en persona.
Cuando Cristina Antonucci entró en Second Chance Rescue y conoció a Lola, vio algo en el rostro de Lola que le recordó a los perros con los que había crecido.
«Recuerdo ver sus ojos tristes en una foto y supe enseguida que tenía que traerla a casa», dijo Cristina a The Dodo. “Ella vino con su mamá adoptiva y era la cosa más dulce, tan sólo se sentó en el salón a mis pies directamente y me miró».
Lola claramente sabía que Cristina iba a ser su nueva mamá y una que no se iba a marchar.
‘No podía defraudarla’
“La primera noche que la traje a casa, tan sólo se tiró encima de mi durante horas abrazándome», dijo Cristina, y añade: «Me quedé sorprendida de lo rápido que se abrió».
“Era como si estuviera agradecida», añadió Cristina, «por eso sabía que no podía defraudarla» .
La cachorrita Lola se acostumbró rápidamente, pero su caótico pasado supuso que tenía algunos malos hábitos. Por suerte, Cristina era una mamá paciente.
«Tuvimos retos con su manía de cavar en el patio tratando de atravesar la valla para jugar con el perro del vecino», dijo. «Esto puso definitivamente nuestra paciencia a prueba, pero sabíamos que si no teníamos la paciencia necesaria con ella, nadie más la tendría».
Finalmente, Lola dejó de cavar en las plantas de Cristina y bajo la valla y durante todo el proceso Cristina aprendió a tener mucha más paciencia.
«No puedes abandonar, sin importar cuáles son los retos. Nadie es perfecto», cuenta.
Ahora Lola prefiere perseguir zarigüellas o jugar con su nuevo hermano perro, Lenny.
“Ahora son los mejores amigos y todo lo que hacen es jugar todo el día», dice Cristina. «Tan sólo han estado juntos un mes y medio pero se aman el uno al otro. Incluso duermen en la misma cama juntos».
‘Lo mejor de mi día’
Lola puede haber generado algunos problemas al principio, pero Cristina no podría estar más feliz con su fiel amiga de cuatro patas.
«Lo mejor de mi día es llegar a casa y pasar tiempo con ella», dice. «Lola realmente ocupa un lugar muy especial en mi corazón».
Estoy tan feliz de que haya gente como Cristina en el mundo… Ver a Lola abrazada a ella y tan llena de amor por su nueva mamá me alegra el corazón.
Por favor, comparte esta tierna historia con tus amigos y familia.