María, 113 años, es la persona más anciana de España y ha vencido al coronavirus

No podemos afirmar que sea la persona más anciana del mundo en superar la COVID-19 pero, sin duda, María Branyas es una de las más longevas en vencer al coronavirus.

María está siendo protagonista de artículos por todo el mundo, y no es de extrañar, con 113 años se ha recuperado maravillosamente de la COVID-19, convirtiéndose en la persona de más edad en España en hacerlo. De hecho, María es la persona con más edad de España.

La familia celebró con ella su 113 cumpleaños el 4 de marzo. Desde ese día, no pudieron volver a verla. La pandemia había explotado.

María tiene incluso su propia cuenta de Twitter, fue la persona de más edad en abrir una cuenta en Twitter, y desde ella contó que el coronavirus había llegado a la residencia en la que lleva viviendo 20 años, Santa María del Tura, en Olot, y da las gracias al personal por cómo los han cuidado.

«A pesar de la angustia y la gran presión, nos han cuidado cada día. Gracias».

113 años de vida, dos países y dos pandemias

Pero la historia vital de María es sin duda interesante, y no solo por los muchos años vividos.

En su larga vida, María ha vivido dos grandes pandemias, la actual del coronavirus y la llamada gripe española (que en realidad no era española).

María nació en San Francisco, Estados Unidos, en 1907. Su padre, un periodista natural de Pamplona, había emigrado por trabajo a México y de ahí a Estados Unidos, cuenta La Vanguardia.

Nueva Orleans también fue su hogar durante un tiempo, hasta que volvieron a España y se afincaron en Cataluña.

María se casó y tuvo tres hijos, María Teresa y Rosa, tienen 86 y 76 años, y tristemente a su tercer hijo, August, tuvo que verlo morir. «Es lo que hay y hay que aceptarlo», contaba María a La Vanguardia. Posiblemente eso sea lo más duro de vivir tantos años, ves morir a muchos seres queridos.

María tiene ahora once nietos, uno de los cuales tiene ya sesenta años, y trece bisnietos.

Esta abuela centenaria, a sus 113 años no presenta problemas cognitivos ni enfermedades graves, se expresaba con fluidez y no le falta el sentido del humor, cuenta La Vanguardia.

Quizá es eso, el sentido del humor, ES lo que mantiene sana y fuerte a María. Que nunca nos falte el sentido del humor, aun en estos difíciles tiempos. ¡Compartan este rayo de luz en la oscuridad y pongan una sonrisa en su cara, quizá hagan sonreír a alguien más hoy!