Padre enfurece cuando el hijo le piude dinero – pero al revelarse la verdad las lágrimas explotan

Pregunta de hijo a papá
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Todo empieza con que el papá llega a la casa del trabajo bastante tarde. El está cansado y un poco irritado cuando se encuentra con su hijo de 5 años, que lo ha estado esperando en la puerta.

El hijo: ¿Papá, te puedo preguntar una cosa?
El papá: ¿Si, qué pasa?
El hijo: ¿Papá, tu cuánto ganas por hora?
El papá: Tu no tienes que ver con eso, ¿por qué preguntas eso?
El hijo: Sólo quería saber, ¡cuenta cuánto ganas por hora!
El papá: Si absolutamente quieres saber gano 20 dólares por hora.
El hijo: ¡Uy! ¿Entonces me puedes dar 10?

El papá se puso muy irritado y respondió: Si la única razón por la cual quieres dinero es para comprar cualquier juguete o otra mierda, entonces te puedes subir a tu cuarto y acostarte de una vez. ¡Piensa en porque eres tan egoísta! Yo trabajo duro cada día para ganar dinero y tu te portas así.

El pequeño niño entró a su cuarto y cerró la puerta.

Después de un rato el hombre se sentó, y se puso aún más bravo con la pregunta del niño. “¿Cómo se atreve a preguntar de esas preguntas sólo para que le den dinero?”, pensó para sí mismo. Después de alrededor de una hora empezó a sentirse un poco mal. “¿Tal vez necesitaba esos 10 dólares para algo especial? Muy raramente pide dinero…”

Él subió al cuarto del niño y abrió la puerta.

El papá: ¿Mi hijo, estás dormido?
El hijo: No papá, estoy despierto.
El papá: Yo he pensado un poco, tal vez fui muy duro contigo antes. A sido un día largo y dejé que mi frustración te afectara. Aquí tienes tus 10 dólares que pediste antes.

El niño se sentó y sonrió, “ay, gracias papá”. Luego el hijo alzó su almohada y sacó unos billetes arrugados.
El papá vio que el niño ya tenía dinero y empezó a ponerse bravo otra vez.

El papá: ¡¿Por qué querías dinero si ya tienes tanto?!
El pequeño niño empezó a contar su dinero y miró a su papá.
¡Porque no tenía lo suficiente pero ya lo tengo! Papá, ya tengo 20 dólares, así que ahora puedo comprar una hora de tu tiempo, dijo el niño y le dio el dinero al papá. ¡Por favor llega temprano mañana, yo quiero comer contigo!

La respuesta dejó al padre con mucha tristeza. Él abrazo a su hijo y le pidió que lo perdonara.

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