Vicky Anderson, es una mujer que trabaja ya hace tiempo en un McDonald’s en South Hutchinson en Kansa, Estadios Unidos.
Por allí pasan infinidad de clientes, algunos mejores y otros peores, pero desde luego hay una clientela habitual contenta que siempre vuelve porque les gusta ser atendidos por la misma persona.
Sin embargo, nunca esperas que uno de esos clientes te sorprenda de la manera que le pasó a Vicky.
Todo sucedió cuando Vicky Anderson le preguntó a uno de sus clientes, llamado Chris Ellis, si conocía a alguien que vendiera un automóvil barato, ya que el suyo se había estropeado hacía unos días sin posibilidad de repararlo. Chris le dijo que le ayudaría. Él acababa de comprarle un auto nuevo a su hijo y sólo tenía que llevar el viejo Pontiac al taller para unos arreglos para que funcionase de nuevo.
Semanas más tarde, incluso el Jefe de Vicky, estaba enredado en la sorpresa que le esperaba. El jefe de Vicky la hizo salir de la cocina y ella se esperaba lo peor, y tenía miedo por si había algún motivo de despido.
Pero totalmente lo contrario, su jefe la acompañó hasta el aparcamiento donde se encontraban sus compañeros, y sus dos solidarios amigos. Allí le entregaron las llaves y le dieron la feliz sorpresa. Ellis le regaló el viejo Pontiac G6 de 2009 que había sido de su hijo.
El gesto y el regalo sorprendieron tanto a Vicky, que las palabras fueron pocas para agradecerle.»Dios te bendiga, y a ti también», les dijo, a lo que Ellis respondió: «de nada, eres una bendición para mi, me haces sonreír cada vez que vengo».
Aquí puedes ver un vídeo de la linda sorpresa:
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¡Qué linda sorpresa! Comparte la historia de Vicky en redes para que la gente sepa que aún quedan personas de buen corazón que ayudan a su prójimo cuando es necesario.