Cuando Angela y Michael Bakker supieron que iban a tener una niña se pusieron más que contentos. Estaban muy emocionados.
El hecho de cuidar a un hijo juntos y crear una familia era lo que más deseaban en este mundo. Desgraciadamente este sueño se convirtió en una pesadilla. Su bebé nació 15 semanas antes de lo previsto y tuvo que luchar por sobrevivir.
La posibilidad de que su bebé, Naomi Joy, pudiera sobrevivir eran mínimas. ,Solo pesaba 364 gramos.
Pero el personal del hospital trabajó día y noche para que Naomi se mantuviera con vida en un ambiente seguro. Y después de dos largas semanas de espera, Angela y Michael pudieron finalmente coger a su preciosa niña.
Fue un encuentro que emocionó a todo el mundo.
El contacto piel con piel es uno de los elementos más importantes cuando se trata de aumentar la posibilidades de sobrevivir en los bebés prematuros.
Este contacto humano se usa para aliviar el dolor cuando los niños nacen prematuramente y tiene efectos positivos. Sirve también para ayudar y facilitar el desarrollo del bebé.
Pero como Naomi nació tan temprano, tenía que estar en una bolsa de plástico en cuidados intensivos.
Un bebé prematuro puede verse afectado fácilmente por infecciones o enfermedades y para mantener su temperatura se le coloca en una bolsa de plástico, donde solo la cabeza sobresale y así se mantiene el calor más fácilmente.
La razón por la que Naomi no lograba mantener la temperatura corporal era porque carecía de la suficiente grasa subcutánea para aislar el calor.
Durante más de dos semanas, Naomi estuvo en una bolsa de plástico dentro de una incubadora. Los padres solo podían tocarla alguna vez de vez en cuando.
Finalmente el personal decidió que ya era hora de sacar a Naomi de la incubadora y dejar que sus padres la tomaran en sus brazos. A pesar de que pesaba menos de medio kilo al nacer, el personal consideró que la situación de Naomi era suficientemente estable como para que su madre Angela la pusiera en su pecho.
Con la ayuda de ocho enfermeras del departamento de cuidados intensivos neonatales, Naomi pasó de la bolsa de plástico al pecho de Ángela. El proceso se realizó sin problemas y el bebé pudo descansar tranquilamente sobre su madre.
Finalmente Angela y Michael pudieron seguir tomando y acariciando a su bebé cada día de los 128 restantes que Naomi tuvo que pasar en el hospital.
Gracias a la constante asistencia de las enfermeras en el departamento neonatal y al optimismo de sus padres, Naomi ahora es una niña sana y feliz.
¡Echa un vistazo a la primera vez en que Ángela pudo tomar en brazos a su ángel precioso! Es un momento inolvidable.
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El amor es algo hermoso y estos maravillosos padres y enfermeras lo dieron todo por este bebé tan especial.
Cruzo los dedos para que Naomi continúe viviendo una vida feliz y saludable, a pesar de tener unos comienzos tan difíciles.
Esta pequeña es realmente un milagro – Comparte si estás de acuerdo y te has emocionado con la historia.