Para Carlos Sepeda Jr y su esposa Tammy la vida había cambiado mucho. Después de un tiempo difícil cuando fueron evacuados por causa del huracán Harvey, que afectó el Atlántico y partes de Estados Unidos, más que toso Texas, en agosto-septiembre del año pasado.
Ahora estaban en la casa de su suegra Jill Jones y estaban tratando de olvidar todo lo horrible que les había pasado. El huracán había alcanzado a una velocidad de 200 kilómetros por hora. Al mismo tiempo había llovido mucho y esto hizo que la la ciudad donde vivían se inundó. Les tocó dejar su casa y abandonar todo lo que habían construido durante toda su vida.
Mínimo 51 personas murieron en le huracán : una persona murió en Guyana och 50 en Estados Unidos. En la ciudad Rockport donde Carlos y Tammy vivían se reportó que una residencia de ancianos fue inundada y se cayó el techo. Partes históricas de la ciudad también fueron destruidas en el catástrofe.
Esto cambió la vida de la pareja por completo y juntos con su suegra un día decidieron ir a un restaurante en Fairfield, Texas. Una camarera, que se llamaba Mary Gough, los recibió. Ella escuchó por la situación que la familia había pasado y quedó conmovida con la historia. Ella les contó que había visto mucho sobre esto en las noticias. Luego ella se enteró más de la situación de la pareja y fue entonces que decidió que tenía que hacer algo.
Ella los quería ayudar de la forma que podía.
Acababan de terminar de comer, dieron las gracias y estaban de salida para regresar donde su suegra, Jill. En ese momento Mary le dio una nota a Tammy. Estaba doblado a la mitad y Tammy lo miró cuando salieron al parqueadero.
Dentro encontró una sorpresa que realmente sorprendió a la pareja.
Mary misma había escrito en la nota.
Esto no es mucho en comparación con vuestra perdida. Cómprese y disfruten de algo que les gusta. Dios los bendiga, mis pensamientos están con ustedes.
Y debajo de las líneas había un billete 100 dólares.
Quedaron muy sorprendidos y decidieron regresar al restaurante.
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Le explicaron a Mary que era demasiado, que no podían recibir tanto dinero. Pero ella les insistió. Ella quería que el dinero fuera para esta linda pareja que había sido fuertemente afectada por el huracán. Luego les ofreció una mesa y unas sillas si lo querían. La pareja estaba muy agradecida. Luego Carlos hizo la mejor publicidad que el restaurante puede haber obtenido. ¡Él escribió un largo mensaje en Facebook, que en este momento casi se ha compartido 30 000 veces, donde aconsejó a todos ir a este restaurante y darle propina a esta maravillosa camarera!
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