A veces no podemos entender a determinadas personas. La mayoría saben respetar la propiedad y el terreno de los demás.
Pero hay personas que claramente no se preocupan por los demás. Como a un hombre en California, EEUU, quien decidió sin más arrojar toda la basura en el terreno de un granjero. Pero se suele decir que quien ríe el último, ríe mejor.
Y por fortuna, el granjero tuvo la última palabra gracias a una genial venganza.
El hombre que conducía por este bello terreno de un granjero en California, EEUU, decidió arrojar toda su basura en el mismo terreno por donde pasaba. ¡Qué esa propiedad fuese privada era algo que le importaba bien poco!
Normalmente es muy difícil averiguar quien es el propietario de la basura y por lo tanto las personas que tiran la basura fácilmente pueden escapar. Y eso es lo que en un principio el granjero pensó que iba a ocurrir en este caso.
Pero cuando el granjero recogía la basura, descubrió una carta entre sus restos. Aunque la carta estaba rota, éste pudo recomponerla y ver la dirección donde vivía el desaprensivo que había arrojado los desperdicios en su terreno.
Y entonces el granjero decidió pagarle con la misma moneda. Recogió toda la basura, fue a la dirección del hombre y le dejó delante de su casa lo que se había olvidado en su terreno.
El granjero pudo verificar tranquilamente que el hombre había recibido lo que se merecía. ¡Y seguramente aprendió una lección!
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