Ella no tuvo un comienzo de vida muy fácil, Ashli Taylor. Cuando la niña nació sufría de cirrosis hepática congénita, un estado que lesionó el hígado y no lo dejaba trabajar como debía.
La situación era grave dese que abrió sus ojos por primera vez. Tuvieron que darle comida por un tubo por la nariz, y el primer tiempo en su vida lo tuvo que pasar en un hospital llena de cables y aparatos.
Para sobrevivir la niña necesitaba un transplante. Fue entonces que el hombre Robert Goldstein llegó a su vida por primera vez – y cambió todo.
Fue una decisión grande, pero la madre de Ashli Taylor nunca lo dudó. Crystal Pope-Taylor tomó la valiente decisión de donar una parte de su hígado para salvar la vida de su hija. Robert Goldstein, un cirujano de Dallas, era el que iba a hacer la operación.
Afortunadamente la operación salió bien. Gracias a una mamá que no solamente pensó en sí misma y un cirujano excelente, Ashli tuvo una segunda oportunidad. La niña sobrevivió el tiempo como bebé, creció y se desarrolló.
Ashli casi nunca hablaba sobre su comienzo en la vida. Un comienzo que se pudo haber terminado antes de empezar.
Por eso los compañero de Ashli no sabían por todo lo que había pasado. Hasta un día en diciembre en 2015, cuando la niña decidió contar su historia en una clase de «escritura creativa».
En un ejercicio del colegio la jovencita decidió escribir una larga carta al hombre que junto son su madre le salvó la vida – Robert Goldstein.
Habían pasado 15 años desde la importante operación, pero ella no lo había olvidado. Ella nunca había tenido la oportunidad de hablar con él, y por eso le quería dar las gracias de todo corazón.
Ashli escribió la carta y siguió con su vida.
Pero un día alguien tocó la puerta de su salón en la escuela. Entró un hombre que se fijó en Ashli y corrió hacia ella. Al principio Ashli no entendía nada. pero luego cuando ella escuchó el nombre «Robert», entendió todo.
Justamente al frente de ella, en ropa de cirujano y con un ramo de flores, estaba el cirujano que la había operado.
«Ella me conmovió tanto que le quise devolver algo. Quería hacerla entender que sus palabras me habían conmovido», dice Robert Goldstein.
Los dos estaban muy conmovidos. El fuerte momento cuando se abrazaron hace que las lágrimas broten – y Ashli por fin tuvo la oportunidad de decirle gracias a Robert.
«Médicos no reciben muchas gracias. Ellos necesitan saber que la gente aprecia su trabajo», dice Ashli Taylor.
El vídeo del encuentro de Ashli y Robert ha sido visto cien mil veces. Nos recuerda lo mucho que la donación puede significar, pero también nos recuerda de lo importante que es el contacto humano. Mira el vídeo aquí abajo:
https://youtu.be/r8RS1PVKhV0
A veces tomamos la vida por sentado, pero esta historia nos hace entender lo vulnerable que es. No dudes en compartir esta conmovedora historia con tus amigos de Facebook.