Madre comienza a bajar de peso tras un sencillo cambio – así luces después de perder 57 kilos

Ahora en el mes de enero hay muchas personas que buscan ponerse de nuevo en forma.

Tras unas largas, y para muchas personas, felices fiestas con mucho turrón, mazapán y chocolate, hay muchos que comienzan a pensar en su presión arterial y su cintura.

Lo más importante es que la gente se sienta bien. Yo misma creo que es hora de comenzar a cuidarse con el inicio del año.

Cuando les preguntan  muchas personas cual es su objetivo para el nuevo año, responden que «quieren empezar a entrenar».

Y aquí tenemos el ejemplo de un mujer con mucha voluntad que alcanzó su objetivo haciendo pequeños ajustes en su día a día.

Ella es Keely Dellit. ¡En un periodo de 14 meses, esta madre de tres niños, consiguió perder 57 kilos! Y lo hizo por si sola sin intervenciones quirúrgicas ni dietas caras. Una fantástica hazaña por supuesto. Ahora ella comparte su experiencia en un entrevista que realizó para la revista Women’s Health.

 

¿Su secreto?

De manera paulatina esta mujer comenzó a controlar su dieta y a mejorar sus ejercicios de entrenamiento. Un año más tarde puede verse el fantástico avance conseguido y hoy se siente mucho mejor.

Con ayuda de esto, consiguió cambiar su sobrepeso y llevar una vida sana y saludable.

– En un principio no eliminé la comida rápida ni los caramelos que me gustan tanto. Pero elegí comer porciones más pequeñas. Luego, paso a paso, comí un poco más saludable, pollo a la parrilla en vez de pollo en salsa, le dice a Women’s Health.

Y continua:

– Cuando me acostumbré a ello, decidí cambiar los refrescos por el zumo natural y después éste lo cambié por agua mineral. Cociné arroz integral en lugar de blanco, probé con leche desnatada en lugar de productos lácteos, comí en casa en lugar de pedir comida para llevar del restaurante. Estos pequeños cambios graduales me permitieron transformar lentamente mi estilo de vida.

Y desde ese momento decidió continuar con su dieta que consiste en:

Para el desayuno ella comía una tortilla de dos huevos revueltos y un tazón pequeño de avena con bayas.

En el almuerzo solía comer una gran ensalada con pollo o atún a la parrilla. Si después tenía apetito usualmente tomaba barras de proteína, palillos de zanahoria y cosas similares.

Una cena usual en casa podía ser pescado a la parrilla con grandes porciones de verdura cocida.

Yo no sé si podría hacerlo pero esta dieta le funcionó claramente a esta madre. Uno debe escuchar a su propio cuerpo cuando se trata de cuestiones dietéticas y siempre es interesante escuchar a los demás sobre sus experiencias vitales!

¡Comparte para elogiar su increíble hazaña!