1. Lavar las toallas muy poco
A mi personalmente me gusta lavar las toallas a menudo y no me importa que se encojan, por lo que nunca pensaba que las pudiera lavar poco. Pero si, parece ser que sí.
De hecho uno debe lavar las toallas después de cada 3 o 4 usos. Ya que una toalla húmeda acumula muchas bacterias y huele mal rápidamente.
Y entonces ya se podran imaginar las toallas del cocina o las toallitas que están colgadas al lado del lavamanos. Porque estas se deben cambiar cada dos días – ya que o bien están colgadas en un lugar donde hay muchas bacterias, o bien muchas personas las utilizan varias veces al día.
2. Se cuelgan varias toallas del mismo enganche
Un error muy común, que hace que las toallas se ensucien más rápidamente y que por lo tanto se deban lavar más de lo recomendado, ocurre cuando hay varias toallas que cuelgan muy cerca las unas de las otras.
Si las toallas no se ponen a secar al aire, la humedad y la suciedad permanecerá. Y esto, a su vez, hará que las bacterias se multipliquen ya que adoran la humedad.
Si quieres que tus toallas duren mucho y que no huelan mal enseguida deberás intentar dejarlas secar colgadas al aire. Si no puede ser, también es muy bueno tener una secadora en casa.
3. Lavar a temperatura demasiada baja
Incluso si eres bueno en cambiar las toallas de manera regular, e incluso si las mantienes frescas, que no cuelguen muy cerca las unas de las otras, deberías pensar en lavarlas a la temperatura adecuada.
Si se lavan a una temperatura más baja de 60 grados, las bacterias no mueren.
Debemos acostumbrarnos a lavar siguiendo las instrucciones, y tratar de lavar las toallas a la temperatura más caliente que toleren. Así las bacterias morirán y tendrás unas toallas limpias y frescas.
4. ¡Utilizas demasiado jabón o suavizante!
Tras leer que las toallas se ensucian bastante rápido, seguro que pensarás en usar bastante jabón y suavizante.
Pero esto no es muy inteligente. Las toallas están hechas para absorber, por lo que si exageras con el detergente, absorberán una mayor cantidad del exceso, y si no se enjuagan adecuadamente, nacen las bacterias y el moho.
Y lo mismo ocurre con el suavizante, que también afecta a la absorción de las toallas. Piensa siempre en seguir las instrucciones – y en cuanto al suavizante conviene evitarlo completamente en alguna lavada.
5. No sacudas las toallas
Último consejo pero no menos importante – que levanten la mano todos los que sacuden las toallas cuando se han lavado. No se debe hacer.
El sacudido de las toallas tras lavarlas y antes de secarlas es algo que hacemos sin pensar, pero es importante no hacerlo mucho. Así te durarán más y se ensuciarán menos, siempre y cuando el polvo, la suciedad y los detergentes sobrantes se liberen.
No tenía ni idea de todos estos errores. Una cosa es segura y es que voy a cambiar las toallas más a menudo.
Comparte estos consejos con tus seres queridos así tendrán la oportunidad de leer e inspirarse. ¡Te lo agradecerán!